jueves, 22 de septiembre de 2011

Encontré mi hogar en la extranjería y el choque cultural donde vivo

El choque cultural inverso fue mucho más impresionante que el choque cultural; me refiero a mi devuelta a los EE. UU. después de vivir en España el otoño pasado. A lo largo de mi estadía en la extranjería, me di cuenta que nunca me sentí como extranjero. Desde el primer día que pase con mi familia anfitrión, estaba en mi hogar. Estaba rodeado por una gente progresiva, interesante, hispanohablante, no correcta políticamente, limpia, y relajada. El ritmo de la vida cotidiana me agradecía, y lo serio que se tomaba la hora de siesta, es como dicen, de puta madre.

Lo inesperado de mi estancia en Granada fue regresar a lo que llamaba mi país, solo para encontrarme raro a llegar. Las carreteras son innecesariamente grandes; la gente no le interesa caminar a ningún lado; todo el mundo se mueve con prisa; no hay plazas en dónde sentarme para tomarme un café con leche; los camareros son sicofantes en busca de mejor propina; se bebe leche en vez de tinto con la comida; todo me parecía incomprensible. Me inquietaba lo critico que era de mi ciudad. ¿De dónde vienen estos pensamientos? Claro que aunque sentía estas cosas, no las iba compartir con mis amigos americanos que no han pasado tiempo fuera de las fronteras de este país. Conversaciones con mis amigos estadounidenses que estaban en España conmigo me aliviaron la consciencia un poco como la mayoría experimentaron lo mismo.

Y como epifanía me acordé del folleto que repartió UNH durante una reunión que se concentraba en el choque cultural y en el choque cultural inverso. No tome el consejo en serio y cuando llegue sufrí una depresión inesperada. Me cogió unos meses llegar a ser cómodo aquí otra vez. Pero así son las cosas de la vida; se aprende de la experiencia, nuestra mejor maestra.

3 comentarios:

  1. Will, te entiendo bien porque me pasó igual. Todavía, pregunto a unos amigos tomar una café pero muchas veces están tan ansiosos sentarles tranquilas pues, no es igual. También, vivir en un país, siempre aprendiendo de la cultura, la lengua y tal pues, siempre me sentía productiva. Pero cuando regresé a casa, fue difícil acostumbrarme bien y los amigos de casa no entienden bien esa experiencia.
    Cada persona debe tener esta experiencia, de ser extrano en su propio pais porque se puede reflejar en su cultura. Esta bien para nuestro pais, para vernos como los otros nos ven.

    ResponderEliminar
  2. Tuve el mismo problema en regresar de mis viajes cortos. Solamente pasé tres semanas en los países extranjeros, pero me había adaptado rapidamente a la cultura nueva. Vivir en un país como Nicaragua, donde el estilo de la vida es muy diferente a causa (en parte) de la pobreza, cambió mi vida y las cosas que tienen valor para mi. Cuando regresé, estuve como.. enojada, casi, sobre el estilo de vida en los EEUU. También necesité unos meses para sentir cómoda aquí.

    ResponderEliminar
  3. Estoy de acuerdo--aveces me echa de menos el estilo de vida de Granada...tengo mucho estres este semestre, y recuerdo con mucha nostalgia los dias despacios en Granada. Tomando un cafe con leche, tomando un paseo, paso un rato en el parque...muy pacifica, siempre!

    ResponderEliminar